sábado, 29 de xaneiro de 2011

el año que usaba palabras argentinas

Estando escuchado una radio argentina donde trabaja un amigo, y mientras mis muffins se hornean, he decidido de contar el año que hablaba en castellano con acento gallego y palabras argentinas.
Fué en el curso 01-02, donde con una beca Séneca-Sicue (una Erasmus, pero dentro del territorio español). Yo había decidido ir a Granada y allí fuí a parar. 
La noche de Halloween que copiamos de los americanos, conocí a un chico argentino que aquel año pasó a ser una persona muy importante para mí ese año. Fué una relación estraña, o no tanto, según se mire, pero la amistad que nos unió mientras duró fué muy importante, por lo menos lo fué para mi. Fué un apoyo incondicional en aquel año.
Tocaba con un grupo donde su lider era uruguayo. Descubrí el candombe, porque sí, Uruguay también tiene su música identificativa. De los mejores momento que pasé aquel año era cuando iba a sus conciertos. Como era ya parte del grupo musical, supuestamente la reportera gráfica, lo que le pagaban en especies también era para mi, así que cayó alguna cerveza gratis en aquellas noche musicales. Poco a poco, me fuí integrando en su grupo de amigos como una más, un grupo mayoritariamente de argentinos y alguno que otro uruguayo, donde pasaba mucho de mi tiempo libre, con todos aquellos hombres que había cruzado un océano para intentar mejorar su vida después del famoso corralito.
Fué el año en que comencé a saber el protocolo del mate. El año en que los asados era con chimichurri, donde tuve la agradable sensación del dulce de leche por mi garganta, donde brindé con la Quilmes, donde vi una botella de ginebra Bols desparramarse por el suelo para desesperación de algunos y guardaba los yogures en la heladera. Fué el año en que yo me vestía pollera con remeras, y mi ropa interior pasaron a ser corpiños y bombachas. De noche me tapaba con la frasada después de ir a boliches a montar quilombos. Fué el año en que Argentina perdió en la primera ronda del mundial, quizás porque la cancha no le era favorable, quizás porque el arquero tenía mal día, o quizás porque ya no jugaba el Dios Maradona. 

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